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información proporcionada en este sitio está dirigida
a complementar, no a reemplazar, la relación que existe entre
un paciente o visitante y su médico actual.
En
los fumadores los dientes tienden a mancharse gradualmente
por la acción de la nicotina y el alquitrán.
El humo de los cigarrillos contiene sustancias químicas
que se adhieren fuertemente a las superficies dentales.
El consumo regular de tabaco induce a modificaciones significativas
en la mucosa oral. Estas consisten en la aparición
de coloraciones y de lesiones diversas, pudiendo llegar
a los carcinomas orales.El tabaco sobre los dientes produce
coloración superficial (pardo amarronado) y favorece
la aparición de sarro dental.
Las piezas dentales son marcadas, pues los productos del
alquitrán, que hay en el humo, se disuelven en la
saliva y penetran dentro del diente, atravesando el esmalte,
llegando incluso hasta la dentina, donde se difunde la mancha.
Su color puede variar desde el amarillo oscuro hasta el
negro, según el tipo y cantidad de tabaco fumado.Con
el tiempo las encías se empiezan a retraer, dejando
expuesta la raíz del diente. Dicha retracción
ocasiona la formación de un espacio entre la superficie
del diente y la encía, en el que se acumulan bacterias
y residuos de comida que dan lugar a la gingivitis.
FUENTE:
Persson, Lena - Le tabagisme augmente le risque de complications
buccales et dentaire- Centre Suédois pour la Prévention
du Tabac