Las manifestaciones orales de estos pacientes
son variables. La boca es pequeña y entreabierta exteriorizando
una macroglosia con frecuente hábitos de succión
digital. La lengua además puede verse asociada a unos
surcos profundos e irregulares confiriendo la llamada lengua
escrotal, fisurada o lobulada.
El prolapso lingual favorece la eversión
del labio inferior, esta posición lingual podría
favorecer la aparición de fisuras labiales en el labio
inferior siendo más frecuentes en las mujeres, por tener
un epitelio más delgado, y en los mayores de 20 años.
Generalmente presentan respiración bucal
que además de llevar a un inadecuado desarrollo del paladar,
produce sequedad de las mucosas, siendo frecuentes las infecciones
por gérmenes oportunistas apareciendo estomatitis y queilitis
angulares en las comisuras labiales.
Presentan alteraciones en la erupción
dentaria, formación defectuosa del esmalte, microdoncia,
agenesias y en ocasiones coloraciones intrínsecas como
consecuencia del consumo de tetraciclinas.
La saliva de los pacientes Down presentan un
aumento del pH, en la saliva procedente de la glándula
parotida, así como un aumento en el contenido de sodio,
calcio, ácido úrico y bicarbonato con una velocidad
de secreción disminuida. Esto le hace especialmente susceptible
a padecer caries y problemas periodontales. A pesar de ello,
en estos pacientes la incidencia de caries no es especialmente
elevada.
Un
alto porcentaje de estos pacientes presenten maloclusiones.
TRATAMIENTO ODONTOLÓGICO EN EL PACIENTE CON SÍNDROME
DE DOWN
En el caso de pacientes con S. Down seguiremos
las mismas pautas que en otros pacientes disminuidos psíquicos,
por lo que el conocimiento del grado de desarrollo psíquico
del paciente, y su de su cociente intelectual. Es muy importante,
porque condicionará hasta dónde podremos llegar
con nuestro tratamiento convencional.
Es necesaria la colaboración de un tutor
o persona responsable del paciente para concretar los términos
del mismo y firmar el consentimiento informado. En los pacientes
con cociente intelectual más elevado debemos ser especialmente
meticulosos en el trato con ellos, para no ofenderlos con nuestra
forma de hablar o de actuar, como si de un paciente con menor
capacidad intelectual se tratara.
Nuestro primer objetivo será la eliminación
del dolor y el control de posibles infecciones. Tendremos que
evaluar la necesidad de suprimir o restaurar todas aquellas
piezas dentales que sean la causa desencadenante del problema
oral. El uso del dique de goma será indispensable en
el tratamiento odontológico, siempre que el paciente
sea capaz de respirar adecuadamente por la nariz, y que éste
no aumente sensiblemente la ansiedad del paciente. Para el tratamiento
conservador, en general, la obturación con composite
debe reservarse para dientes anteriores, dada la mayor resistencia
de las amalgamas. De cualquier forma, no todo el mundo opina
así.
Para la eliminación del tártaro
pueden usarse procedimientos rutinarios como los aparatos de
ultrasonidos.
Suelen presentar precozmente problemas de edentulismo.
Antes de realizar un tratamiento prostodóncico hay que
analizar muy bien las características particulares de
cada paciente. Pueden aparecer problemas durante la toma de
impresión y en los registros oclusales. Determinadas
prótesis como los parciales de acrílico podrían
estar contraindicadas en pacientes con cociente intelectual
muy bajo, por el peligro que supone la aspiración de
la prótesis o por algún componente de ella. Estarían
más indicadas las realizadas con materiales radiopacos
y sobre todo la prótesis fija.
MANEJO
ODONTOLÓGICO DEL PACIENTE CON SÍNDROME DE DOWN
Los
niños discapacitados plantean desafíos que requieren
una preparación especial antes de que el odontólogo
y el personal ayudante puedan llevar a cabo una asistencia adecuada.
Si el dentista es capaz de familiarizarse con las necesidades
especiales que plantean los niños discapacitados y con
las preocupaciones de sus padres el tratamiento dental puede
llegar a ser muy gratificante.
Para poder hacer una correcta planificación
del tratamiento debemos conocer el estado real de la enfermedad
del paciente. Para ello, solicitaremos del médico de
cabecera o del especialista un informe lo más amplio
y detallado posible, en el que se especifique si los tratamientos
dentales, los medios que vamos a utilizar y la terapia farmacológica
pueden influir o interferir en la enfermedad que padece el paciente
y en el tratamiento específico farmacológico que
esté realizando.
Los pacientes con síndrome de Down, suelen
ser en su mayoría afectuosos y colaboradores, y los tratamientos
odontológicos carecen de dificultades sobreañadidas.
Son niños muy educables y que responden positivamente
a la modulación conductual.
El tratamiento odontológico para una persona con retraso
mental requiere ajustarse a la inmadurez social, intelectual
y emocional. Los pacientes retrasados mentales se caracterizan
por su reducido tiempo de atención, inquietud, hiperactividad
y conducta emocional errática.Es
necesario que nuestra actitud sea cuidadosa y amigable, así
como evitar siempre todo aquello que aumenta la aprensión
y miedo de estas personas.
Los siguientes procedimientos han demostrado
su eficacia para establecer relaciones paciente-odontólogo
armónicas y para reducir la ansiedad del paciente acerca
de la atención odontológica:
1.- De un pequeño paseo por el consultorio
antes de intentar el tratamiento. Presente al paciente al personal
del equipo asistencial y así se reducirá el temor
del paciente a lo “desconocido”.
2.- Hable con lentitud y con términos
sencillos. Asegúrese de que sus explicaciones son comprendidas
preguntando a los pacientes si tienen alguna pregunta que formular.
3.- Dé solamente una instrucción
cada vez. Premie al paciente con felicitaciones tras la terminación
de cada procedimiento.
4.- Escuche atentamente al paciente. El odontólogo
debe ser particularmente sensible a los gestos y pedidos verbales.
5.- Haga sesiones cortas. Avance gradualmente
hacia procedimientos más difíciles después
de que el paciente se haya acostumbrado al ambiente del consultorio.
6.- Programe la atención del paciente
para horas tempranas del día, cuando el odontólogo,
su equipo asistencial y el paciente están menos fatigados.
Hay dos formas principales en el manejo de estos pacientes.
A).-La
primera son técnicas de modificación de la conducta,
en las que se pretende la desensibilización y la modulación
de la conducta, es decir la enseñanza de una conducta
apropiada. Normalmente las pacientes con S. Down responden muy
bien a este tipo de técnicas, solo requiere un poco de
paciencia, entrenamiento y refuerzo positivo.
B).-En el segundo grupo entrarían las técnicas
restrictivas o de inmovilización, destinadas a la inmovilización
y sujeción del paciente, son muy útiles en pacientes
con un retardo intelectual profundo.
A la hora de la exploración será
de gran utilidad el uso de topes de silicona, abrebocas o bien
depresores linguales, que nos permitan mantener la boca abierta.
Si es necesario la realización de pruebas radiológicas,
debido a la falta de entendimiento, las radiografías
periapicales pueden no ser bien toleradas, en cambio la ortopantomografía
puede sernos de gran ayuda.
ANESTESIA
GENERAL EN EL PACIENTE CON SÍNDROME DE DOWN
La mayoría de las personas con síndrome
de Down son afectuosas y cooperadoras y no presentan al odontólogo
condiciones de trabajo inusuales. En los pacientes más
aprensivos puede resultar ventajosa la sedación leve.
Deberá considerarse la anestesia general
si se encuentra resistencia intensa al tratamiento odontológico.
En el caso de un paciente Down, será cuando el retraso
sea profundo y cuando las técnicas de manejo hayan fallado
o sean insuficientes.
Hay que tener en cuenta ciertos factores individuales,
que inciden en personas que presentan S. Down:
• Defectos cardiovasculares congénitos.
• Afecciones respiratorias frecuentes.
• Anemia.
• Predisposición a la luxación
atlo-axoidea.
• Existencia de un aumento de portadores
del virus de la hepatitis B en los pacientes institucionalizados
• Riesgo de endocarditis por valvulopatías
asociadas.
• Existencia de otras enfermedades sobreañadidas,
como pueden ser la epilepsia.
Cuando
se considere el uso de la anestesia general, tendrá que
realizarse en un centro hospitalario adecuado y con la colaboración
de un anestesiólogo.
MÉTODOS
DE ODONTOLOGIA PREVENTIVA EN EL PACIENTE CON SÍNDROME
DE DOWN
Un factor importante a tener en consideración
es que no todos los familiares de estos pacientes están
mentalizados de la importancia de este tipo de tratamiento,
por lo que a menudo postergan la atención odontológica
hasta que se desarrolla una enfermedad oral significativa.
En
todos los pacientes con incapacidad psíquica
hay que establecer un programa de atención bucodentaria
cuyo principal objetivo es lograr una aceptable salud bucodentaria.
Habrá que establecer una adecuada educación
sanitaria tanto para el paciente, si sus facultades lo permiten,
como para sus padres o tutores y lograr la motivación
suficiente para conseguirla. La mayor parte de los estudios
realizados demuestran que si el control de placa es correcto,
se disminuye la incidencia de caries y la prevalecía
de gingivitis y periodontitis.
Es fundamental conseguir la cooperación
de padres y/o tutores, puesto que si éstos no están
convencidos de las ventajas que para la salud del individuo
tiene el tener una boca sana, difícilmente contribuirán
al mantenimiento de un paciente que presenta en ocasiones no
pocas dificultades para el mismo. En caso de querer llevar a
cabo programas preventivos en determinados centros institucionalizados,
deberíamos contar en primer lugar con la colaboración
y la aprobación total del plan por parte del centro.
Con respecto a estos pacientes, se plantea un
problema final, y es que de una manera o de otra el programa
preventivo pasará por algún grado de colaboración
por parte del paciente, y esto no siempre es posible.
PROBLEMAS
PERIODONTALES EN PACIENTE CON SÍNDROME DE DOWN
Es destacable la especial susceptibilidad de
estas personas a la enfermedad periodontal. Este hecho se debe
a diversos factores que van desde la inadecuada higiene oral,
una serie de alteraciones en la inmunidad y cambios en la composición
y el metabolismo de los diferentes productos de la saliva.
El cuadro periodontal se caracteriza por su
progresión rápida y severa, con afectación
de la zona anteroinferior y de los molares superiores. Cursa
también con importantes pérdidas del soporte óseo,
recesiones, movilidad y pérdida prematura de los incisivos
inferiores, si no se ponen en tratamiento.
En
ocasiones pueden presentarse casos de GUNA.
La presencia de múltiples defectos en
la inmunidad celular y humoral y el trastorno de las funciones
quimiotácticas y fagocitarías (alteración
en los neutrófilos y monocitos) son las causas más
probables de la destrucción periodontal, de tal manera,
que al igual que en la periodontitis de aparición temprana
(o “agresiva”) hay una afectación temprana
de la dentición (incluso a veces de la dentición
temporal).
A pesar del mal estado de la higiene oral que
presentan gran parte de estos pacientes, la gravedad de las
lesiones no suele corresponderse con el grado de acumulo de
placa, como ocurre en la periodontitis juvenil, presentando
las lesiones una distribución muy similar a esta enfermedad
(afectación de incisivos inferiores y zonas mesiales
de los primeros molares) con una mayor tendencia a presentar
bolsas profundas que otros pacientes con discapacidad psíquica.
El tratamiento consistirá en una fase
higiénica muy exhaustiva, ayudada de una pauta antibiótica
con amoxicilina y metronidazol durante 10 días. El mantenimiento
será meticuloso y no muy dilatado en el tiempo, usando
como antiséptico la clorhexidina en enjuagues o geles
de digluconato de clorhexidina al 0.12% . el mantenimiento debe
ser estricto, estando recomendados en ocasiones el uso de cepillos
eléctricos.
Con respecto al tratamiento periodontal correctivo
(cirugía periodontal) en estos pacientes, creemos que
debe reservarse para casos muy particulares, en los que estamos
seguros que el mantenimiento va a ser el adecuado, ya que si
no es así podría ser contraproducente, incluso.
No existe mucha bibliografía aún
sobre los resultados a medio plazo del tratamiento con implantes
en el paciente con síndrome de Down. En ocasiones podría
estar indicado, pero dada las características particulares
de estos pacientes ya analizadas (dificultades en la higiene,
parafunciones, alteraciones oclusales, alteraciones en la respuesta
inflamatoria), hoy día creemos que debe reservarse para
casos muy seleccionados, en donde prácticamente no exista
otra opción terapéutica, y podamos asegurarnos
que el mantenimiento será el adecuado. En la mayor parte
de las ocasiones, éste tratamiento ha de llevarse a cabo
utilizando la sedación profunda o la anestesia general.